Voces Sin Género

Detener el matrimonio infantil es clave para frenar los mortales embarazos adolescentes

Publicado por Melany el 26 May 2025 - 02:48 pm

A pesar de décadas de avances en derechos infantiles y de género, el matrimonio infantil sigue cobrando un precio alto entre las niñas y adolescentes del mundo. Cada año, millones de ellas ven interrumpida su infancia al ser forzadas a casarse demasiado pronto. Y con ello, enfrentan una consecuencia directa y devastadora: embarazos en edades tempranas que pueden poner en riesgo su salud e incluso su vida.

Matrimonio infantil: una práctica que sigue vigente

Según datos de UNICEF, alrededor de 12 millones de niñas menores de 18 años se casan cada año. Aunque la tasa de matrimonio infantil ha bajado en las últimas décadas, el progreso ha sido desigual y lento. En regiones como América Latina y el Caribe, por ejemplo, no se ha registrado avance alguno en los últimos 25 años.

En muchos países, el matrimonio infantil no es siempre una boda formal, sino una unión informal, donde la niña vive con un adulto como pareja, sin protección legal ni acceso a servicios básicos. Estas situaciones suelen ocurrir en contextos de pobreza, desigualdad y normas sociales discriminatorias.

Embarazo adolescente: un riesgo de vida

Una de las consecuencias más alarmantes del matrimonio infantil es el embarazo temprano. Se estima que en 2025, casi 12 millones de adolescentes entre 15 y 19 años darán a luz. Y lo más preocupante es que más de 325.000 niñas de entre 10 y 14 años también serán madres, muchas de ellas como resultado de uniones forzadas o violencia sexual.

El embarazo a edades tan tempranas conlleva enormes riesgos físicos: el cuerpo de una niña no está preparado para gestar y dar a luz. Las complicaciones relacionadas con el embarazo y el parto son la principal causa de muerte entre las adolescentes de 15 a 19 años en muchos países en desarrollo.

Además, los efectos no son solo físicos: las niñas embarazadas suelen abandonar la escuela, pierden oportunidades económicas, sufren aislamiento social y, muchas veces, permanecen atrapadas en relaciones abusivas.

Lucía es una joven de pelo largo y tenis color rosa. A diferencia de sus compañeras ha tenido que faltar a clases para ir a una revisión médica. A sus 16 años, está embarazada.

 

Una relación directa: matrimonio precoz = embarazo precoz

El vínculo entre matrimonio infantil y embarazo adolescente es claro y contundente. Las niñas que se casan antes de los 18 años tienen muchas más probabilidades de quedar embarazadas pronto, y con frecuencia sin acceso a información, servicios de salud sexual y reproductiva, o redes de apoyo.

En palabras de Sima Bahous, directora ejecutiva de ONU Mujeres:

“Empoderar a todas las adolescentes es la inversión más segura en un mundo más sostenible, equitativo y pacífico”.

¿Qué se necesita para romper este ciclo?

Detener el matrimonio infantil no es solo una cuestión legal, sino también cultural, educativa y económica. Requiere intervenciones en varios frentes:

🔸 Leyes claras que prohíban el matrimonio antes de los 18 años sin excepciones.
🔸 Educación sexual integral, adaptada a la edad, que empodere a niñas y niños con información.
🔸 Acceso universal a servicios de salud sexual y reproductiva.
🔸 Inversión en educación secundaria, especialmente para niñas en zonas rurales y comunidades marginadas.
🔸 Trabajo con comunidades para cambiar normas sociales que perpetúan la desigualdad de género.

El futuro depende de ellas… y de nosotros

Romper con el ciclo del matrimonio infantil y el embarazo adolescente no es solo una cuestión de derechos humanos. También es una apuesta por el desarrollo: las sociedades que invierten en sus niñas ven mejoras en salud, educación, crecimiento económico y paz social.

Cada niña que permanece en la escuela, cada adolescente que retrasa la maternidad, es una oportunidad más para construir un mundo justo e igualitario.

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Comentarios

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Marteaga5 26/05/2025 14:52

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